La mayoría de los españoles considera que han ascendido o permanecido igual en la escala social respecto de sus padres, una percepción que aún es más acusada cuando se les pregunta por su posición social respecto de sus abuelos, ya sean paternos o maternos. A la hora de determinar las causas de su posición, los entrevistados la explican más por razones de méritos personales que por causa del capital social; es decir, creen que su estatus se debe más a cuestiones como la buena educación o el trabajo duro que a otros factores como conocer a las personas adecuadas, tener una familia adinerada o contactos políticos. Estas opiniones son básicamente compartidas con el resto de europeos, que consideran que su sociedad premia más el mérito individual que el origen social.