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Noticias (breves) desde la demografía (II): en 2024 se mantienen las tendencias

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Como hicimos el año pasado por estas fechas, volvemos a ofrecer a los lectores un comentario sobre la actualización de las cifras del Movimiento Natural de la Población y los Indicadores demográficos básicos del INE, que se publicaron hace unos días, buscando comprender la evolución de las dinámicas poblacionales en curso, confirmar tendencias previas o identificar interrupciones significativas en ellas. 

El año 2024 representa demográficamente, en este sentido, el abandono casi definitivo del hiato de la pandemia y apunta a la consolidación de la recuperación de las tendencias o cifras demográficas previas y las medidas asociadas a aquella, observada ya en 2023.

Fecundidad

El Indicador Coyuntural de Fecundidad (ICF) continuó su senda descendente en 2024, alcanzando el mínimo histórico de 1,10 hijos por mujer (1,12 en 2023), un dato que probablemente refuerce la penúltima posición de España en la Unión Europea en número de hijos por mujer, solo por detrás de Malta. La caída afecta tanto a las mujeres españolas como a las extranjeras. Entre las primeras, el ICF descendió de 1,09 a 1,07 hijos por mujer. A su vez, la fecundidad de las extranjeras en España volvió a establecer un mínimo histórico en 1,27 hijos por mujer, muy inferior al máximo de 1,83 alcanzado en 2008.


En contra de lo ocurrido en 2023, momento en el que, por primera vez en muchos años, cayó la edad media de las madres al tener su primer hijo, en 2024 ha vuelto a subir en dos centésimas, hasta los 31,52 años, retornando la tendencia al alza desde 1980, solo interrumpida entre 2006 y 2008, años de recuperación de la fecundidad. También se recupera la tendencia ascendente en el porcentaje de nacidos de madre no casada, interrumpida en 2023: en 2024 es el 49,99%, tres centésimas más que el año anterior. Este indicador sí había registrado un cambio mayor en 2020, el primer año de la pandemia y de las medidas de distanciamiento social, que afectaron en ese mismo año y los siguientes a no pocos indicadores demográficos de fecundidad y nupcialidad, pero procede de las madres extranjeras (de 41,52% a 42,8%), y no de las españolas (de 52,66% a 52,43%).  

Matrimonios y divorcios

La nupcialidad no acaba de consolidar su senda descendente de décadas, que se había revertido en 2021 y 2022, años en que se celebraron los matrimonios que dejaron de celebrarse en 2020. El Indicador Coyuntural de Nupcialidad, una estimación del número de veces que se casarían los residentes en España teniendo en cuenta las tasas de nupcialidad por edades de ese año (de forma análoga a como se construye el Indicador Coyuntural de Fecundidad) se ha mantenido en los 0,55 matrimonios entre 2023 y 2024 (1,01 en 1976). Al contrario de lo que sucede con la fecundidad, este indicador sigue siendo mayor en los españoles que entre los extranjeros, con cifras respectivas de 0,61 y 0,36 matrimonios por habitante en 2024. 

Sí se reafirma la senda ascendente en la edad media al primer matrimonio, que también había sufrido una suerte de “efecto 2020”, creciendo de golpe en más de un año, para reducirse temporalmente, con la ulterior recuperación de la nupcialidad de los dos años siguientes. En cualquier caso, la recuperación del alza iniciada en 2023 se mantiene en 2024: este año la edad media de los varones que se casaban por primera vez aumentó hasta los 37,25 años (36,94 en 2023) y hasta los 35,19 la de las mujeres (34,88 en 2023). 

Sigue aumentando el peso de los matrimonios de personas del mismo sexo sobre el total. Si en 2014 los matrimonios entre varones fueron el 1,03% del total, en 2024 son el 2,02% (1,84% en 2023). Las nupcias entre mujeres en 2024 siguen representando un porcentaje mayor: son el 2,16% del total (2,09% en 2023), pese a que la cifra en 2014 era del 0,98%.

Por el contrario, la divorcialidad ha interrumpido su senda descendente. El Indicador Coyuntural de Divorcialidad, (una estimación del número de divorcios por habitante análoga al ICF) se situó en 0,24 en 2023, cifra superior a la de 2023 (0,22). Poniendo en relación los indicadores de divorcialidad y nupcialidad (dividiendo el primero por el segundo) se podría suponer que, con cifras de 2024, acabaría en divorcio el 44% de los matrimonios, más que en 2023 (40%), pero todavía por debajo de las cifras de comienzos de la década de 2010, cuando se infería ese final para más del 60% de los matrimonios. 

La esperanza de vida

La esperanza de vida al nacer se estima para 2024 en los 84,01 años (83,77 en 2023), la más alta registrada: 81,38 (81,11) para los varones y 86,53 (86,34) para las mujeres. Quedan de nuevo atrás las cifras prepandémicas y es posible que se esté muy cerca de alcanzar las previsibles según la curva de evolución de la década anterior a la pandemia. Algo parecido cabe decir de la esperanza de vida de los mayores, medida a los 65 años, que también sube, desde los 21,68 a los 21,87 años (19,87 para los varones y 23,64 para las mujeres) y vuelve a situarse por encima de la de 2019 (21,52 años). 


Las cifras de esperanza de vida de 2024 consolidan la paulatina tendencia, al alza, interrumpida en 2020, así como a la reducción de la distancia entre varones y mujeres. En tiempos recientes, la diferencia máxima en la esperanza de vida al nacimiento fueron los 7,25 años favorables a las mujeres en 1992 (un 9,8% mayor). En 2024, la diferencia se ha reducido a 5,15 años, (una esperanza de vida un 6,3% superior). Lo mismo  sucede con la diferencia en la esperanza de vida a los 65 años entre las mujeres y los varones, que representa en 2024 (3,77 años) el mínimo desde 1999.

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