El número de afiliados a la Seguridad Social aumentó en 26.000 en septiembre, cifra que, dada la estacionalidad negativa de dicho mes, una vez eliminado el componente estacional equivale a un incremento de 53.700 –desestacionalización realizada por Funcas—. Este resultado supone una sensible mejoría con respecto a los débiles registros de los dos meses anteriores, aunque en todo caso en el conjunto del trimestre se ha producido una desaceleración.
Gráfico 1
Fuente: Funcas a partir de datos del Mº de Empleo.
Analizando el resultado por sectores, en agricultura, cuya evolución es muy errática, se produjo un descenso del empleo en términos desestacionalizados, mientras que en el sector industrial tuvo lugar un crecimiento algo mayor que en los meses precedentes, si bien su ritmo de incremento de la afiliación ha sido muy estable a lo largo de todo el año. De hecho, este es el único sector en el que no se ha producido una desaceleración en el conjunto del tercer trimestre. En construcción sí que se ha producido una mejoría muy apreciable en septiembre –en términos siempre desestacionalizados—, con el mayor incremento del empleo registrado desde marzo. Finalmente en los servicios el resultado de septiembre también fue mejor que en julio y agosto, mejora, además, que fue especialmente intensa en los servicios predominantemente de mercado –es decir, excluyendo las Administraciones Públicas, sanidad y educación—. Así, el empleo en el sector privado no agrícola –es decir, excluyendo los sectores de agricultura y servicios predominantemente de no mercado, cuya evolución es básicamente ajena a las condiciones de la economía— presentó el mayor incremento desde el mes de abril. No obstante, debido a los flojos registros de julio y agosto el resultado para el conjunto del tercer trimestre es de desaceleración con respecto al muy dinámico crecimiento obtenido en el trimestre anterior.
«Muy probablemente se trata tan solo de una interrupción transitoria de la tendencia ralentizadora, que se mantendrá en el cuarto trimestre. Son varios los factores de fondo que justifican dicha previsión, y más aún ahora, tras la grave situación de incertidumbre política».
Son pocos los indicadores que tenemos de septiembre, todos –salvo afiliación— de carácter cualitativo, pero este no es el único que apunta a una mejora de la actividad en dicho mes, tras unos, en general, malos datos en los dos meses precedentes. El indicador de confianza en la industria, así como el índice PMI del sector, también repuntó, al igual que la confianza del sector de la construcción y el índice general de sentimiento económico. Si bien otros indicadores de confianza, concretamente el del consumidor, empeoraron.
En cualquier caso, aunque esta mejora de la actividad económica en septiembre fuera confirmada, tampoco significaría que la trayectoria de desaceleración habría finalizado y que la economía ha iniciado una nueva re-aceleración. Muy probablemente se trata tan solo de una interrupción transitoria de la tendencia ralentizadora, que se mantendrá en el cuarto trimestre. Son varios los factores de fondo que justifican dicha previsión, y más aún ahora, tras la grave situación de incertidumbre política que se ha desatado en los últimos días, que difícilmente se resolverá en el corto plazo, y que probablemente tendrá un impacto negativo en las decisiones de los agentes económicos, que pospondrán sus decisiones de gasto, de inversión y de contratación hasta que el panorama se aclare.