Las exportaciones españolas han frenado su crecimiento en 2018 después de siete años creciendo casi ininterrumpidamente de forma intensa. De hecho, la ralentización en el crecimiento del PIB se explica enteramente por este freno en el crecimiento de las exportaciones. ¿Es esta pérdida de dinamismo estructural, o algo transitorio que obedece a factores coyunturales? En principio, no hay ningún motivo para pensar que nuestras exportaciones hayan perdido competitividad; la explicación más sencilla es que el nivel de partida al inicio de este año era muy elevado, por lo que es natural que el ritmo de crecimiento se reduzca.