Eliminando el efecto de la estacionalidad, el número de ocupados en el tercer trimestre aumentó un 0,6% sobre el trimestre anterior, lo que equivale a casi 110.000 ocupados más. Pero el descenso del desempleo, en los mismos términos desestacionalizados, ha sido sensiblemente superior, un 3,9%, es decir, casi 200.000 parados menos. Es decir, en el tercer trimestre se ha producido un importante descenso de la población activa, cuyo comportamiento desde hace ya bastantes trimestres está siendo muy errático, con fuertes ascensos seguidos de importantes caídas.
GRÁFICO 1
Fuentes: INE y Funcas.
El aumento de la ocupación en el tercer trimestre ha sido inferior al registrado en el trimestre anterior, en el que ascendió un 1%, lo que confirma que el crecimiento del PIB se ha desacelerado. El crecimiento del empleo en el sector público, que fue muy intenso en el último trimestre de 2014 y primero de 2015, fue prácticamente nulo en los trimestres segundo y tercero, lo que parece indicar que la contratación de las Administraciones Públicas estuvo influida por las elecciones. En cualquier caso, eliminando este efecto, la evolución del empleo exclusivamente privado sigue confirmando la desaceleración.
Por otra parte, el empleo creado en el tercer trimestre ha sido prácticamente en su totalidad a tiempo parcial, rompiendo la tendencia observada en los trimestres anteriores en los que este tipo de contratación descendía y el crecimiento de la ocupación se concentraba en el empleo a tiempo completo. Esto implica que el crecimiento de las horas de trabajo – o del número de empleos equivalentes a tiempo completo-, que es lo más relevante para analizar la evolución de la actividad económica, ha debido de registrar una ralentización mayor que la del número de ocupados.
Finalmente, otro de los resultados más destacables de la EPA del tercer trimestre, es el fuerte crecimiento del empleo entre los jóvenes de 16 a 24 años, por cuarto trimestre consecutivo. Además, en este grupo de edad no se ha producido una bajada de la población activa, concentrándose el descenso de la misma entre los mayores de 24 años. La tasa de paro en este grupo de edad se ha reducido hasta el 46,6%, frente al 52,4% registrado un año antes.