1. La economía española en 2013
Tras el crecimiento del 0,17% en el cuarto trimestre, el PIB sufre en el conjunto de 2013 un descenso del 1,2% en términos reales.
Este dato se explica por la caída del 2,1% del consumo privado, la contracción del 2,3% del consumo público, el descenso del 5,1% en la formación bruta de capital fijo, y ello a pesar del crecimiento de un 1,7% en la inversión en bienes de equipo que no pudo compensar el deterioro del 9,6% en la inversión en construcción.
Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 4,9% en el conjunto del año y las importaciones lo hicieron tan solo en un 0,4%. El saldo de esta balanza mostró, por segundo año consecutivo, un superávit del 2,4% del PIB, mientras que la balanza por cuenta corriente registró un saldo positivo, por vez primera desde 1997, del 0,8% del PIB.
Con estos datos, la aportación de la demanda nacional al crecimiento del PIB restó 2,7 puntos porcentuales (pp), mientras el saldo exterior sumó 1,5 pp a su crecimiento.
De los sectores que componen la oferta nacional, sólo la agricultura presentó un crecimiento positivo.
Por primera vez desde 2008, el empleo creció ligeramente en el último trimestre de 2013, aunque sufrió una caída del 3,4% en el conjunto del año, y el paro aumentó en 1,4 pp, hasta situarse en el 26,4%.
Por su parte, la productividad aparente del factor trabajo aumentó en el año un 2,3% y las remuneración de los asalariados cayeron un 3,5%, con lo que el excedente bruto de explotación creció un 1,3%.
Como la remuneración por asalariado aumentó en 2013 un 0,7%, el coste laboral por unidad producida cayó un 1,6%.
Finalmente, los precios, medidos por el IPC, aumentaron en 2013 un 1,3%, aunque la inflación se moderó fuertemente en la segunda mitad del año hasta el 0,3% en diciembre.
2. Previsiones para 2014-2015
Aunque nos movemos en un entorno de incertidumbre nacional e internacional y aún persisten importantes desequilibrios, en 2013 han mejorado considerablemente las condiciones económicas.
De seguir así las cosas, puede esperarse un ritmo suave de crecimiento en 2014, que podría situarse en el 1,2% del PIB, con un mayor impulso en 2015, hasta llegar al 1,8%.
Estas previsiones están sustentadas por un ligero aumento del consumo privado y una suave caída del consumo público.
La formación bruta de capital fijo mostrará ya valores positivos por el crecimiento de la inversión en bienes de equipo y, en menor medida, por la construcción no residencial, que compensan las caídas del segmento residencial.
Las exportaciones de bienes y servicios crecerán, aunque en menor medida que en este año, y las importaciones se acelerarán por el empuje de la demanda nacional. El saldo de la balanza de pagos por cuenta corriente presentará superávit y se situará en 2014 y 2015, respectivamente, en el 1,4 y 1,8% del PIB, y la aportación al crecimiento del PIB será positiva tanto por parte de la demanda nacional como del saldo exterior, aunque la primera lo hará con mayor intensidad.
El empleo aumentará un 0,5% en 2014 y un 1,1% en 2015, y la tasa de paro caerá al 25,1% de la población activa en este año y al 23,5% en el próximo.
Finalmente, el déficit de las Administraciones Públicas ascenderá al 6% del PIB en 2014 y media décima menos en 2015, mientras la deuda pública se situará próxima al 100% en 2014 y romperá esta barrera en 2015.
El siguiente cuadro recoge los datos más destacados de las previsiones para 2014 y 2015.
___________________________
La nota completa de estas previsiones pueden verse en “Previsiones económicas para España 2014-2015” en la página web de Funcas:
