La banca vive un proceso de transformación digital equivalente al que ya se ha dado en otros sectores como la prensa, el turístico o el de transporte de viajeros. Este cambio viene impulsado por tres factores fundamentales: el propio cambio de los clientes, la regulación y el aumento de la competencia. Los nuevos servicios financieros deben responder adecuadamente a estos factores. En el futuro habrá nichos de actividad en que nuevos entrantes en el sector, como las empresas fintech, competirán y captarán cuota de mercado de los bancos, pero también hay un amplio espacio para que estos y las fintech colaboren.