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Cerrar la brecha entre política y práctica educativa

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Un objetivo primordial en el ámbito de la política educativa es lograr que las reformas educativas diseñadas en los ministerios lleguen realmente a las aulas y mejoren los aprendizajes de los estudiantes. Este asunto fue abordado por Beatriz Pont, directora de Formación Global del International Institute for Educational Planning (IIEP) de la UNESCO, en una reciente jornada organizada por Funcas sobre los desafíos actuales de los sistemas educativos. Su ponencia, “Bridging the Gap Between Policy and Practice: Educational Reform and Capacity Building in a Changing Global Context”, plantea que la distancia entre la formulación de políticas y su aplicación efectiva sigue siendo uno de los grandes retos en educación.

¿Por qué muchas reformas educativas no se implementan eficazmente?

A partir de datos internacionales y marcos conceptuales como el de la OCDE o el del propio IIEP-UNESCO, Beatriz Pont mostró que la implementación efectiva de políticas educativas exige varios elementos clave: un diseño inteligente de las reformas, la implicación desde el inicio de todos los actores educativos (especialmente docentes y equipos directivos), una adaptación al contexto y una inversión decidida en desarrollo de capacidades.

Según los datos presentados, aunque las tasas globales de escolarización han mejorado desde 2015, los resultados de aprendizaje —en lectura y matemáticas— se han estancado o incluso han retrocedido. A ello se suma un preocupante descenso del gasto público en educación, particularmente en países de renta media y alta. Estos factores evidencian que no basta con legislar o aumentar la cobertura escolar: es imprescindible invertir en las personas e instituciones que hacen posible el cambio educativo sobre el terreno.


Un enfoque realista: del modelo lineal al enfoque sistémico

Tradicionalmente, las políticas educativas se diseñaban con una lógica lineal: se identificaba un problema, se elaboraba una política y se esperaba que esta llegase a las escuelas. Sin embargo, en el contexto actual —marcado por incertidumbres políticas, tecnológicas y medioambientales—, este enfoque resulta insuficiente.

Pont propone una visión más realista, basada en la interacción entre política, contexto y capacidad institucional. De hecho, muchas reformas fracasan no por falta de voluntad, sino porque no consideran las condiciones reales del sistema educativo: limitaciones en la autonomía escolar, escasa formación en liderazgo, falta de alineación entre objetivos y recursos, o la ausencia de espacios de participación para los actores clave, por ejemplo.

Liderazgo educativo y formación de policy makers

Una de las ideas más potentes de la intervención fue que la sostenibilidad de las reformas pasa necesariamente por el desarrollo del liderazgo educativo, tanto a nivel de los centros como a distintos niveles del sistema. Pont subrayó que hoy se espera que los líderes escolares (directores y directoras) y también los lideres del sistema no solo gestionen recursos, sino que lideren procesos pedagógicos, analicen datos, movilicen comunidades y evalúen resultados. Sin embargo, esta expectativa no siempre va acompañada de una formación adecuada.

Por ello, desde el IIEP-UNESCO se ha desarrollado un Marco de Competencias para la Planificación y Gestión Educativa, que recoge las habilidades esenciales para ejercer un liderazgo eficaz para los profesionales de la planificación educativa en los distintos niveles del sistema. Además, el instituto ha puesto en marcha un Campus Global con programas de formación específicos para responsables de políticas educativas en todo el mundo, orientados a dotarlos de conocimientos concretos y de capacidades estratégicas, colaborativas y adaptativas.

De la reforma normativa a la reforma efectiva

En conclusión, la intervención de Beatriz Pont pone el foco en un aspecto decisivo: las reformas educativas no son solo productos normativos, sino procesos humanos, colaborativos y adaptativos. Para que estas reformas se consoliden y tengan un impacto duradero, es necesario integrar desde el inicio a todos los agentes del sistema, asegurar los recursos y apostar por la formación continua de quienes están al frente de las escuelas y de las políticas.

Desde Funcas agradecemos a Beatriz Pont su participación en esta jornada y animamos a los lectores interesados en profundizar en este enfoque a consultar su intervención completa

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