En un contexto en que el sector asegurador español viene de experimentar (según datos de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones —DGSFP— relativos al ejercicio 2015) el primer crecimiento global (+1,89%) en volumen de primas desde 2012, el entorno continuado de tipos de interés bajos constituye uno de los principales elementos de vigilancia, especialmente en las entidades del negocio de Vida con compromisos garantizados a largo plazo.
Este impacto es más importante en países como Alemania, ya que en España existe un alto casamiento entre los activos y pasivos, que inmuniza a las entidades de forma importante frente a movimientos de los tipos de interés. Además, dicho impacto se produce de forma más progresiva, a medida que se van sustituyendo vencimientos de activos con mayor remuneración por nuevos valores adquiridos a tipos más bajos y tiene un efecto prolongado en el tiempo.
La contracción de los ingresos derivados del resultado financiero de las entidades está presionando al alza las exigencias del resultado técnico. Así, aquellas compañías que venían financiándose con el margen financiero, ya que su margen técnico era mínimo o incluso negativo (i.e. ramo de autos), están pasando por dificultades ante la falta de rentabilidad de las inversiones.
En este contexto, las compañías están tomando acciones para adaptarse a este nuevo entorno en aras de maximizar los ingresos y optimizar la siniestralidad, además de tener que modificar su oferta de productos, reduciendo los tipos de interés garantizados y potenciando productos del tipo unit linked o productos sin riesgo (i.e. vida riesgo o no vida) que diversifiquen el riesgo de la entidad y permitan mejorar el margen técnico.
En su proceso de adaptación, las entidades se han visto obligadas a virar la composición de su cartera hacia activos con mayor riesgo para obtener unos mayores rendimientos. Su composición está orientándose hacia un mayor peso en inversiones en renta fija de menor calidad crediticia (incluso sin rating) y mayor duración, mayor peso en renta variable y préstamos e incluso en activos alternativos e infraestructuras, apoyados, en este último caso, en la mejora del tratamiento de la carga de capital en Sovencia II.
«Este entorno de tipos bajos que está reduciendo los márgenes de las compañías también está incentivando la búsqueda de la rentabilidad en nuevos paises, especialmente en Latinoamérica, lo que está acelerando el proceso de internacionalización de las mismas».
En este camino de adaptación al nuevo contexto, las aseguradoras de Vida se están viendo obligadas a adecuar su oferta de productos, garantizando tipos de interés menores, con una menor duración o con un tipo de interés renovable de forma periódica (i.e. PIAS o PPA a plazos cortos). Algunas entidades han optado por dejar de comercializar rentas vitalicias por el importante consumo de capital que les confiere Solvencia II. Además, se constata la potenciación de la comercialización de productos unit-linked para el ahorro a largo plazo en el que el tomador asume el riesgo de forma total o parcial, así como de los productos sin riesgo de interés (i.e. no vida o vida riesgo) que diversifiquen el riesgo de la entidad.
Por otro lado, las aseguradoras también se han visto abocadas a ajustar la estructura de costes de los productos, reduciendo comisiones, cerrando productos cuya estructura de gastos no fuera compatible con un entorno de tipos bajos de interés y lanzando nuevas modalidades de productos de ahorro con estructura de gastos adaptada al nuevo entorno.
Por su parte, las aseguradoras de No Vida, además de intentar mejorar su margen financiero (con activos con duraciones más cortas que en el caso de Vida), se están centrando fundamentalmente en mejorar su margen técnico, especialmente en autos, para tratar de no trasladar el efecto del baremo en la prima. En Salud, han realizado un ejercicio de adaptación muy importante ajustando sus coberturas y precios en función de las necesidades de clientes con menor renta disponible (i.e. seguros de salud con coberturas low cost, colectivización de los seguros de empresa). Asimismo, también se observa una clara orientación hacia la prevención (i.e. seguros multirriesgos con la domótica) en el sector asegurador en general.
Por último, este entorno de tipos bajos que está reduciendo los márgenes de las compañías también está incentivando la búsqueda de la rentabilidad en nuevos paises, especialmente en Latinoamérica, lo que está acelerando el proceso de internacionalización de las mismas. No sólo las grandes compañías, sino también algunas de tamaño mediano han decidio buscar negocio fuera de España. Uno de los destinos escogidos para su expansión por Latam ha sido Chile debido a que es un país muy estable, tanto social, como económica y políticamente.
Esta entrada es un resumen del artículo Retos de las aseguradoras en un entorno continuado de tipos de interés bajos , publicado en el número de septiembre de 2016 de Cuadernos de Información Económica. Puede acceder aquí al contenido completo de la revista.