El retorno de Donald Trump a la presidencia de EE. UU. no solo entraña un nuevo desafío para la economía global. También pone de manifiesto el coste que supone no haber abordado las debilidades estructurales que lastran la economía de la Unión Europea desde mucho antes de la vuelta de Trump al poder. La nueva administración americana ha tardado poco en desplegar su visión de America…
Seguir leyendo