Logo Funcas

Flojo comienzo del año en Europa

Comparte esta entrada

La posibilidad de que los mercados financieros volvieran a darnos un susto, o al menos nos recordaran que la bonanza de los primeros meses del año no era algo firme con lo que pudiéramos contar durante el resto del año, no se ha hecho esperar. Bastó con una serie de datos peores de lo esperado o simples rumores de medidas del gobierno griego respecto a su deuda para que el dinero se retirara a sus cuarteles de invierno, es decir, a Alemania. Las bolsas, especialmente los valores bancarios, sufrieron un correctivo importante esta semana y la prima de riesgo de los países periféricos europeos retrocedió a los niveles de hace dos meses.

En el fondo, esto pone de manifiesto, por un lado, que la positiva evolución de estos mercados y su apetencia por activos que hasta hace poco se consideraban de alto riesgo tiene mucho de especulativo y, por otro, que sigue habiendo un foso entre las ganancias puramente financieras y las de la economía real, especialmente en Europa. Esto plantea un dilema para los bancos centrales. Por una parte, la melancólica y desigual recuperación de las economías está pidiendo un mayor protagonismo de la política monetaria. Pero por otra parte, si los bancos centrales aumentan su balance y el dinero en circulación, esto da lugar sobre todo a meras burbujas especulativas, sin que apenas se filtre a mejores condiciones financieras para las empresas y familias. Y es que las posibilidades de la política monetaria para dinamizar las economías son limitadas cuando, como sucede en Europa, el sistema financiero no está suficientemente saneado y recapitalizado; las finanzas públicas presentan desequilibrios insostenibles en muchos países que hay que corregir; y las empresas y familias no admiten mucha más financiación porque están sobreendeudadas. Aún así, el BCE debe actuar cuanto antes y Alemania y otros países europeos en buena situación fiscal deben implementar medidas expansivas que tiren del conjunto de la zona euro, al tiempo que los países con problemas –casi todos- aceleran el saneamiento de sus economías y la puesta en marcha de medidas que potencien el crecimiento.

Entre los datos que sentaron mal a los mercados financieros se situó la publicación por Eurostat del crecimiento del PIB de los países de la UE en el primer trimestre. Frente a las previsiones que esperaban un aumento trimestral para la zona euro de tres o cuatro décimas, el aumento fue de solo dos décimas, igual que en el trimestre anterior. Además de este escuálido crecimiento, el reparto por países tampoco era alentador, pues, entre las grandes economías, sólo tiraban del carro Alemania (aumento del 0,8%) y, en mucha menor medida, España (0,4%), mientras que Francia permanecía estancada e Italia retrocedía (-0,1%). Aunque es la primera vez desde 2009 que la economía española crece en un trimestre por encima de la media de la zona [gráfico superior izquierdo], esto debería alegrarnos poco, pues si nuestros principales mercados siguen estancados, las posibilidades de que la incipiente recuperación tome fuerza son pequeñas.

I140518_blog_01I140518_blog_02(1) IPC excluidos productos energéticos y alimentos sin elaborar.
Fuentes: Eurostat, INE y Funcas.    Gráficos elaborados por A. Laborda.

En la escena puramente española, el indicador más relevante de esta semana ha sido el IPC de abril. Como era fácil prever, dado el efecto sobre los precios de los servicios de la Semana Santa, que este año ha caído en abril y el anterior en marzo, la inflación anual aumentó cinco décimas porcentuales situándose en el 0,4%. La de los servicios pasó de -0,2% a 0,5%. Además de este efecto, también contribuyeron al alza el aumento de la inflación anual de la electricidad hasta el 9,4% (este año los precios no aumentaron, mientras que en abril del pasado año bajaron un 6,2%) y de los carburantes. Del resto de componentes del IPC, destaca la notable bajada del precio del aceite en respuesta al exceso de oferta (-9,1% interanual) y la moderada caída que siguen mostrando los precios de los bienes industriales no energéticos (-0,4%). El diferencial con la zona euro, medido a partir de la inflación subyacente se situó en -0,8 puntos porcentuales [gráfico inferior derecho].

En lo que resta del año no se espera que la inflación vaya a más, excepto que el precio del petróleo aumente de forma significativa respecto a sus niveles actuales. Para mayo los modelos prevén un 0,3%. En los meses veraniegos, la caída de las tasas anuales de los componentes más volátiles (alimentos no elaborados, electricidad y carburantes) podrían situarla de nuevo en valores cercanos a cero. Posteriormente en el otoño volvería a repuntar para cerrar el año en el 0,3%.

______________

Ángel Laborda es director de coyuntura y estadística de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).

Comparte esta entrada